Nos destilamos en el año 2016 entre calendas, danzas, trajes, música y colores que nos motivaron a formar parte de esta gran cultura que combina la ancestralidad con lo contemporáneo, unidas a través de la “bebida de los dioses”. Es por esto que nos sumamos a la algarabía Oaxaqueña, al placer de vivir en el País de las Nubes y compartir el gusto de una copita de mezcal.

Siendo la producción de esta bebiba una de las principales fuentes de ingreso de las familias mezcaleras, decidimos trabajar en alianza solidaria con el matrimonio de Don Luiz y Doña Faustina, maestros mezcaleros que han adquirido el conocimiento a través de sus padres y abuelos, manteniendo la tradición y preservando la cultura del mezcal.

Queremos fomentar en cada sorbo la riqueza del mezcal artesanal y la cosmovisión que da valor histórico, desde las prácticas ancestrales con el maguey, siendo una de las materias primas que ha brindado alimento, ropa y techo a las civilizaciones desde hace 10 mil años y que actualmente ha sido revalorado, fomentado y expandido, llevando consigo la identidad de nuestra cultura.